Una bestia es una de las tres clasificaciones usadas por el Ministerio de Magia para catalogar a varias criaturas mágicas que habitan el mundo mágico (las otras son Espíritu y Ser). A grandes rasgos, una bestia es una criatura mágica que no tiene la inteligencia suficiente para entender las leyes de la comunidad mágica ni para asumir parte de la responsabilidad en la formación de esas leyes. La definición actual fue establecida en 1811 por el Ministro de Magia Grogan Stump, y creó la División de Bestias como parte del Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas. Hay incluso algunos extremistas que hacen campaña para que los muggles sean clasificados como bestias.
Sin embargo hay excepciones; tanto los centauros como la gente del agua, pidieron ser clasificados como bestias, rechazando el estatus de "ser" debido a que se negaban a compartir ese estatus con otras criaturas como los vampiros y las arpías.
Las acromántulas, las mantícoras y las esfinges deberían todas haber sido clasificadas con el estatus de ser, ya que eran capaces de hablar de manera inteligente, pero fueron clasificadas como bestias porque también intentan devorar a cualquier persona que se les acerque, son despiadadas y sanguinarias, se vuelven peligrosas cuando las cosas que están custodiando se ven amenazadas, o cuando se les da una respuesta errónea a sus enigmas. Adicionalmente, los hombres lobo solo tienen el estatus de bestia cuando están en su estado salvaje. Cuando no hay luna llena mantienen su estatus de ser como cualquier otro ser humano.