La Fuente fue el objeto titular del cuento de hadas, La Fuente de la Buena Fortuna. Se ubicaba en medio de un jardín encantado que poseía numerosos obstáculos. En el amanecer del día más largo del año, a una persona se le permitía la oportunidad de bañarse en ella, siempre que pudiera superar los obstáculos y llegar a la fuente antes del atardecer. Bañarse en las aguas de la Fuente tenía la fama de conceder al bañista "buena fortuna para siempre", pero en verdad, la Fuente no realizaba ningún encantamiento en absoluto.
Detrás de las escenas[]
- Curiosamente, la Fuente tiene el símbolo de las Reliquias de la Muerte en ella.
Apariciones[]
- Los cuentos de Beedle el Bardo (Primera aparición)