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Las leucrottas son grandes bestias mágicas con pezuñas hendidas que se parecen a los alces.[1][2]

Descripción[]

Las leucrottas se parecen a grandes alces con astas muy largas y dentadas y una boca increíblemente grande en comparación con su cabeza y rostro. Algunos creen que son "mitad hiena y mitad león", mientras que otros creen que son "mitad alce".[1] Son capaces de estirar sus mandíbulas lo suficiente como para que un humano adulto pueda caber dentro.[2]

Son capaces de imitar y repetir sonidos y voces a su alrededor. También les disgusta mucho que les toquen los dientes, lo que puede suponer un problema al cepillarse. Sus dientes se limpian más fácilmente con el encantamiento antigrasa.[1]

Las leucrottas son omnívoras y se alimentan tanto de animales pequeños, como escarbatos y duendecillos, como de frutas y verduras. Se sabe que tienen una marcada preferencia por las calabazas.[1]

Historia[]

Leucrotta COGS

En 1927, Newton Scamander poseía una Leucrotta que guardaba en su sótano, en el número 9 de Sherringford Square, junto con otras bestias mágicas. Un día, Bunty Broadacre le estaba dando atención dental a la Leucrotta cuando Newt entró en el sótano.[3]

En la década de 1980 y principios de 1990, el hermano de Jacob cuidó de una Leucrotta en la Reserva de Criaturas Mágicas.[1]

En algún momento entre 1984 y 1991, Newt envió un Leucrotta macho al profesor Silvanus Kettleburn del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería desde Londres, ya que tenía problemas para limpiarle los dientes. Kettleburn encargó al hermano/a de Jacob que le limpiara los dientes. El hermano/a de Jacob no encontró nada en la biblioteca de Hogwarts que los ayudara con su problema, pero se dieron cuenta de que el encantamiento antigrasa funcionaría, ya que a la bestia no le gustaba que le tocaran los dientes. Le limpiaron los dientes y se le permitió permanecer en Hogwarts después de que Newt se enterara del vínculo que había formado con el hermano/a de Jacob.[1]

Después de graduarse de Hogwarts, Liz Tuttle pasó un tiempo viviendo con una manada de Leucrottas como parte de una tarea de conservación para su trabajo como Magizoologista.

La Leucrotta de Newt, del número 9 de Sherringford Square, se convirtió en un Recuperable durante la Calamidad que afectó al mundo mágico a finales de la década de 2010 y principios de la de 2020. Los miembros de las Fuerzas especiales del Estatuto del Secreto tuvieron que devolverla a su lugar original en la colección de Newt, quedando registrada en un registro de Recuperables llamado "Exploración".[2]

Detrás de las escenas[]

  • Las leucrottas (también escritas Crocotta, Leucrocotta y Crocuta) son criaturas mencionadas en bestiarios medievales, como el Bestiario de Aberdeen, como descendientes de una hiena y un león. Se dice que pueden imitar las voces y sonidos de quienes las rodean. Carecen de dientes, pero poseen un hueso largo y afilado, y a veces se combinan con la mención bestiaria de las hienas, de las que se decía que cambiaban de sexo en años alternos.
  • Plinio el Viejo escribió que la cría de una crocotta (hiena) y un león era la leucrota, que podía imitar el sonido de una voz humana. Se decía que la leucrota era un animal de pezuña hendida del tamaño de un burro macho, pero veloz y feroz. Descrito con ancas de ciervo; cola, pecho y cuello de león; y cabeza de tejón, se decía que su boca se abría hacia atrás hasta las orejas. En lugar de dientes, tenía crestas óseas que podían aplastar cualquier cosa. Se decía que nunca cerraba los ojos, y se decía que su columna vertebral era tan rígida que tenía que darse la vuelta para ver qué había detrás. Muchos clasicistas creen que la fuente de la descripción de Plinio fue la descripción de Ctesias del cinolico. Otros creen que pudo haber estado repitiendo una descripción mutilada de la hiena.
  • El erudito bizantino Focio, resumiendo el libro Indica, del autor griego Ctesias, escribe: «En Etiopía, existe un animal llamado crocottas, vulgarmente kynolykos [perro-lobo], de asombrosa fuerza. Se dice que imita la voz humana, llama a los hombres por su nombre por la noche y devora a quienes se le acercan. Es valiente como un león, veloz como un caballo y fuerte como un toro. No puede ser vencido por ninguna arma de acero».
  • Bestiarios posteriores de la Edad Media confundieron estos diversos relatos, de modo que se encuentra a esta criatura, en gran parte mítica, con diferentes nombres y características, reales e imaginarias. Entre las características que no se encuentran en las fuentes antiguas se encuentra la idea de que los ojos de una crocotta o leucrota eran «gemas rayadas que podían otorgar poderes oraculares a su poseedor al colocarse bajo la lengua».
  • El folclore local sobre las hienas a menudo les otorga poderes como el cambio de género (los machos y las hembras son difíciles de distinguir), el cambio de forma y el habla humana, todo lo cual alienta la creencia de que la hiena puede haber contribuido al mito original de la crocotta y, a su vez, de la leucrota.

Apariciones[]

Notas y referencias[]