Harry Potter Wiki
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Lyall Lupin fue el padre de Remus Lupin, el esposo de Hope Lupin, suegro de Nymphadora Tonks y abuelo de Ted Lupin.

Biografía[]

Lyall Lupin era un joven muy listo y más bien tímido que, ya a los treinta años, se había convertido en una autoridad mundial en apariciones espectrales no humanas. Éstas incluyen a los poltergeists, los boggarts y a otras criaturas extrañas que, aunque a veces se parecen a los fantasmas en lo que respecta a su apariencia y comportamiento, nunca han estado vivas y son un misterio hasta para el mundo de los magos. En un viaje de investigación a un bosque galés muy denso en el que se suponía que acechaba un boggart particularmente mezquino, Lyall se cruzó con su futura esposa. Hope Howell, una chica muggle muy guapa que trabajaba en una oficina de seguros de Cardiff, había tomado la imprudente decisión de pasear por lo que ella creía que era un bosque tranquilo e inocente. Los muggles pueden llegar a percibir a los boggarts y a los poltergeists y Hope, una persona particularmente imaginativa y sensible, estaba segura de que algo la observaba entre los oscuros árboles. Finalmente, su imaginación se disparó tanto que el boggart asumió una forma: un hombre grande y de apariencia hostil que se dirigía a ella en la penumbra gruñendo y con los brazos extendidos. Al oír sus gritos, el joven Lyall corrió a través de los árboles y transformó al boggart en un champiñón de prado agitando su varita. La asustada Hope pensó que se había confundido y que él había ahuyentado a su posible atacante, y las primeras palabras que él le dijo –“No pasa nada, solo era un boggart”- no le causaron ninguna impresión. Al darse cuenta de lo hermosa que era, Lyall tomó la sabia decisión de no hablar más de boggarts y le reafirmó que el hombre había sido muy grande y terrorífico y que lo más sensato era acompañar a Hope a casa para protegerla. La joven pareja se enamoró y ni siquiera el hecho de que Lyall le confesara avergonzado que nunca había estado en peligro, mermó el amor de Hope por él. Para deleite de Lyall, Hope aceptó su proposición de matrimonio y se centró con mucho entusiasmo en las preparaciones de la boda, que incluyó una tarta coronada con un boggart. El primer y único hijo de Lyall y Hope, Remus John, nació cuando llevaban un año de casados. Era un bebé feliz y sano que mostraba indicios tempranos de magia y ambos padres creían que seguiría los pasos de su padre yendo al Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.

Cuando Remus tenía cuatro años, la práctica de magia oscura en el país aumentaba rápidamente. Aunque muy pocos sabían quién estaba detrás de los ataques y avistamientos, se estaba produciendo el primer ascenso al poder de Lord Voldemort y los mortífagos reclutaban a todo tipo de criaturas oscuras para que se unieran a ellos en su cruzada para derrocar al Ministerio de Magia. El Ministerio llamó a las autoridades en criaturas oscuras – incluso a los que se especializaban en criaturas menos importantes como los boggarts y poltergeists – para que les ayudasen a entender y contener la amenaza. Lyall Lupin estaba entre los elegidos para unirse al Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas, cosa que hizo encantado. Allí Lyall se encontró cara a cara con un hombre lobo llamado Fenrir Greyback, que debía ser interrogado sobre la muerte de dos niños muggles. El Registro de Hombres lobo estaba muy mal organizado. La sociedad mágica evitaba tanto a los hombres lobo que ellos procuraban rehuir el contacto con otra gente, vivían en lo que ellos autoproclamaban como manadas y hacían todo lo que podían para no ser registrados. El Ministerio no sabía que Greyback era un hombre lobo y él afirmaba que no era más que un vagabundo muggle que estaba verdaderamente asombrado de hallarse en una sala llena de magos y horrorizado por la historia de los niños asesinados. Los harapos de Greyback y el hecho de que no tuviera varita fueron suficientes para convencer a dos miembros estresados e ignorantes del comité interrogatorio de que decía la verdad, pero a Lyall Lupin no se le engañaba tan fácilmente. Reconoció ciertos signos delatores de su condición en la apariencia y el comportamiento de Greyback y le dijo al comité que Greyback debería permanecer detenido hasta la próxima luna llena, solo veinticuatro horas después. Greyback permaneció en silencio mientras los miembros del comité se burlaban de Lyall (“Lyall, ocúpate de los boggarts galeses, es en lo que eres bueno”). Lyall, un hombre generalmente apacible y amable, se enfureció. Describió a los hombres lobo como “un mal sin alma que no merece más que la muerte”. El comité ordenó que Lyall saliera de la sala, pidió disculpas al vagabundo muggle y liberó a Greyback. El mago que escoltó a Greyback fuera del interrogatorio debía realizarle un hechizo desmemorizante para que olvidara haber estado en el Ministerio pero antes de que pudiera hacerlo fue atacado por Greyback y dos cómplices que acechaban en la entrada y los tres hombres lobo se dieron a la fuga. Greyback no dudó en contarles a sus amigos la manera en la que Lyall Lupin los había descrito. Su venganza sería rápida y terrible. Poco después del quinto cumpleaños de Remus Lupin, cuando dormía apaciblemente en su cama, Fenrir Greyback forzó la ventana de su habitación y lo atacó. Lyall llegó a tiempo para salvar la vida de su hijo y sacó a Greyback de la casa mediante unos cuantos hechizos poderosos. A pesar de todo, a partir de entonces, Remus sería un hombre lobo. Lyall Lupin nunca se perdonó por lo que había dicho delante de Greyback en el interrogatorio: “un mal sin alma que no merece más que la muerte”. Había dicho lo que la gente de su comunidad pensaba sobre los hombres lobo, pero su hijo era como siempre había sido, encantador e inteligente, excepto por ese terrible período de tiempo durante la luna llena en el que sufría una transformación atroz y se convertía en un peligro para todos. Durante muchos años, Lyall le ocultó a su hijo, por miedo a que se lo recriminara, la verdad del ataque y la identidad del atacante.

Lyall hizo todo lo que pudo para encontrar una cura, pero ni las pociones ni los hechizos podían ayudar a su hijo. Desde entonces la vida de la familia estuvo dominada por la necesidad de esconder la condición de Remus. Se desplazaban de ciudades a pueblos y se marchaban en el instante en el que empezaban los rumores sobre el extraño comportamiento del niño. Los magos y brujas se daban cuenta de lo paliducho y demacrado que se volvía cuando se acercaba la luna llena y ni que decir de sus desapariciones mensuales. Remus no podía jugar con otros niños por si se le escapaba la verdad sobre su condición. En consecuencia y, a pesar de lo cariñosos que eran sus padres, era un niño muy solitario. Cuando era pequeño no resultaba difícil controlarlo durante la transformación, era suficiente con una habitación cerrada con llave y unos cuantos hechizos silenciadores. Sin embargo al crecer también crecía el lobo y, para cuando tenía diez años, era capaz de derribar puertas y destrozar ventanas. Se necesitaban hechizos más poderosos para contenerlo y tanto Hope como Lyall estaban cada vez más preocupados y asustados. Adoraban a su hijo, pero sabían que su comunidad - ya aterrorizada por la actividad oscura que la rodeaba - no sería indulgente con un hombre lobo descontrolado. Las esperanzas que habían tenido para con su hijo parecían fútiles y Lyall educaba a Remus en casa, convencido de que nunca podría pisar la escuela. Poco antes del undécimo cumpleaños de Remus, nada menos que Albus Dumbledore, Director de Hogwarts, se presentó en casa de los Lupin sin haber sido invitado. Nerviosos y asustados, Lyall y Hope intentaron impedirle la entrada, pero, de alguna manera, cinco minutos después Dumbledore estaba sentado al lado de la chimenea, comiendo bollos y jugando a los Gobstones con Remus. Dumbledore les explicó a los Lupin que sabía lo que le había pasado a su hijo. Greyback se jactaba de lo que había hecho y Dumbledore tenía espías entre las criaturas oscuras. Sin embargo, les dijo a los Lupin que no veía ninguna razón por la que Remus no debiera ir a la escuela y les describió los arreglos que había hecho para darle al niño un sitio seguro para sus transformaciones. A causa de los extendidos prejuicios sobre los hombres lobo, Dumbledore coincidió en que, por el bien de Remus, no debería divulgarse su condición. Iría una vez al mes a una casa segura y cómoda del pueblo de Hogsmeade en la que podría transformarse en paz. La casa, más tarde conocida como la Casa de los Gritos, estaba protegida por muchos hechizos y solo podía accederse a ella mediante un túnel bajo tierra que empezaba en los terrenos de Hogwarts.  

Después de la caída de Voldemort y la muerte de James Potter y Lily Potter, la Orden del Fénix se disolvió y sus integrantes volvieron a vivir con sus familias. Hope había muerto y, aunque Lyall siempre estaba encantado de ver a su hijo, Remus se negaba a volver a vivir con su padre por miedo a poner en peligro su vida pacífica.

Apariciones[]

Notas y referencias[]

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